La obra, de la serie «Peintures et gravures murales des cavernes paléolithiques», es un clásico de las investigaciones prehistóricas y está agotada hace años. El monográfico plasma el resultado de los estudios realizados por H. Breuil y H. Obermaier en La Pileta, centrados estos principalmente en el arte parietal: se describen 59 puntos topográficos en los que aparece al menos un motivo gráfico, ayudándose para ello de los dibujos a mano alzada de Breuil, las fotografías de Obermaier y la topografía de Verner.
El hallazgo de peces pintados fue una de las novedades más relevantes del arte parietal de La Pileta, sin olvidar que su situación en el extremo sur de la Península amplió las fronteras del denominado Arte Franco-Cantábrico.